Introducción
El bioma del Gran Chaco, que abarca Argentina, Paraguay y Bolivia, es la segunda región forestal más extensa de Sudamérica después de la Amazonia. En la última década, perdió aproximadamente 6,2 millones de hectáreas de bosque, en gran parte debido al cultivo de soja impulsado por la demanda mundial. Esta deforestación amenaza la biodiversidad, incluidas especies como el jaguar, el pecarí chaqueño y el oso hormiguero gigante.
Panorama del cultivo de la soja
En la actualidad, las plantaciones de soja cubren unos 12,3 millones de hectáreas en el Gran Chaco (Figura 1). Argentina es el principal productor (12 millones de hectáreas), seguida de Paraguay y Bolivia. A pesar de los elevados índices de registro de parcelas (99%), persiste la preocupación por la existencia de unas 108.000 hectáreas de parcelas no registradas y 40.700 hectáreas que se solapan con zonas protegidas y territorios indígenas.

Tendencias de deforestación
Entre 2015 y 2024, la deforestación alcanzará los 6,2 millones de hectáreas, con un máximo en 2019 (Figura 2). La expansión de la soja es el principal motor, especialmente en regiones más secas como el Chaco Seco. Provincias como Santiago del Estero, Salta y Chaco vieron aumentar drásticamente el cultivo de soja (265%-791%) entre 1996 y 2018. Entre 2021 y 2024, se deforestaron aproximadamente 165.000 hectáreas para plantaciones de soja (Figura 3).


Dinámica de la cadena de suministro
- Argentina: Domina las exportaciones con 33,6 millones de toneladas de productos de soja procesados y 13 millones de toneladas de soja cruda, principalmente a China (Figura 4). Los principales exportadores son Vicentin, Aceitera General Deheza, COFCO, Glencore, Cargill y Bunge.

- Paraguay: Exportador de escala media con un importante alcance regional y mundial, que exporta 4,4 millones de toneladas de soja en bruto (Figura 5).

- Bolivia: A menor escala, centrada en los mercados regionales con exportaciones globales limitadas (Figura 6).

Las multinacionales ADM, Cargill, COFCO, Louis Dreyfus y Bunge son actores importantes en los tres países.
Cumplimiento del Reglamento de la UE sobre deforestación (EUDR)
Alrededor del 96% de las parcelas de soja cumplen la EUDR (sin deforestación después de 2020, debidamente registradas y fuera de las zonas protegidas). Aproximadamente el 4% (5.438 parcelas) no cumplen la normativa debido a deforestación reciente, lo que plantea riesgos legales y de reputación (Figura 7 y Figura 8).


Principales retos en materia de cumplimiento
- Trazabilidad a nivel de parcela: Dificultad para obtener datos precisos de geolocalización.
- Seguimiento de la deforestación: Necesidad de un seguimiento sólido por satélite y geoespacial.
- Cumplimiento legal: La diversidad de marcos jurídicos complica los procesos de verificación.
- Integración de datos e informes: Requiere sistemas sofisticados para la elaboración eficiente de informes de diligencia debida.
Solución tecnológica: Sistema de diligencia debida Agriplot (DDS)
Agriplot DDS mejora el cumplimiento mediante:
- Geolocalización precisa de las parcelas de soja
- Rastreo en tiempo real de la granja al puerto
- Controles automatizados de deforestación y conformidad
- Informes normalizados de diligencia debida alineados con EUDR
En la actualidad, Agriplot DDS supervisa 51,1 millones de hectáreas en América Latina y realiza un seguimiento de más de 100 instalaciones relacionadas con la soja, ofreciendo un valor estratégico significativo para el cumplimiento de la cadena de suministro global.
Conclusión
Garantizar que las cadenas de suministro de soja en el Gran Chaco sean sostenibles y cumplan la EUDR es crucial. Las soluciones tecnológicas mejoradas como Agriplot DDS, combinadas con un control y una aplicación proactivos, ayudarán a proteger la biodiversidad de la región y, al mismo tiempo, a satisfacer la demanda agrícola mundial de forma sostenible.
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